C.E.I.P. Sacratif

Sus compañeras de la Compañía de María nos lo han hecho llegar y nosotros queremos compartir con todas las buenas gentes de nuestros pueblos y con los visitantes de nuestra página web este SEMBLANTE  de Mari Cruz, de lo que fue su vida, con lo que algunos tal vez puedan conocer un poco más a esa mujer que entregó su vida para los demás y, buena parte de ella, para los vecinos de este Llano de Carchuna y Calahonda.

San Lúcar de Barrameda (España) 13 de septiembre de 1936

San Fernando (España), 18 de diciembre de 2010

«Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,

porque ellos serán saciados»

Mt. 5,6

Nació en el seno de una familia profundamente cristiana, siendo la novena entre diez hermanos, siete chicas y tres chicos. Una de sus hermanas, Pilar, es religiosa de la Compañía de María. La hermana de su madre, Pilar del Río, también fue de la Compañía.

Desde niña manifestó que estaba dotada de cualidades artísticas, de gran creatividad y sensibilidad para la música, el canto, la guitarra, el teatro y toda clase de manualidades, que supo siempre poner al servicio de la misión que se le encomendaba. Persona alegre, servicial con todos, cercana, siempre llenando huecos y muy atenta a los más necesitados.

Ingresó en el noviciado de San Sebastián el 31 de julio de 1954 donde tomó el hábito seis meses más tarde. Hizo sus primeros Votos el 2 de febrero de 1957 y los Votos solemnes en Santa Fé (Granada) el 2 de febrero de 1962. Celebró sus bodas de oro en San Fernando el dia 2 de febrero de 2007.

Mari Cruz había integrado en su personalidad el carisma de la Compañía de María «realizando su misión de educadora al servicio de la fe, que fructifica en obras de justicia». Esto lo vivió en los sucesivos campos de misión que le fueron confiados por la obediencia.

Realizó la misión en diversas casas de Andalucía:

– En Santa Fé (1958) fue profesora de párvulos.

– En Sanlúcar (1962),profesora del método Ward.

– En San Fernando (1966), dibujo y administración del colegio.

– En Granada (1968), donde enseñó dibujo y fue administradora del colegio.

– Pero el centro de su vida apostólica fueron los largos años (1973-2000) vividos en Calahonda (Granada).

Dirigió la Guardería Infantil «Virgen del Mar», perteneciente a Calahonda, con atención a padres, profesores y personal no docente. Realizaba las actividades parroquiales ayudando al párroco en catequesis, cantos, etc, y atendía también al poblado de Carchuna que depende de esta parroquia. Tomó parte activa en las mejoras sociales del pueblo, instalación de semáforos, iluminación, Centro de Salud…

El año 2000 fue para ella particularmente costoso porque la Compañía de María tomó la decisión de dejar su presencia en esa Guardería, cuya entidad titular y propiedad es el Arzobispado de Granada. Esta decisión estuvo suavizada por el nuevo destino: el envío un año a Nicaragua, donde se entregó a los demás con la generosidad que le caracterizaba.

Para la Comunidad ha sido siempre una persona que ha animado mucho a «abrir puertas y ventanas» a todos los necesitados, a vivir la solidaridad con mucha gente emigrante de nuestro entorno.

Su misión en Cáritas, en TIERRA DE TODOS  era conocida por todas nosotras y de cualquier forma nos implicaba en algo.

En el año 2001 regresa a España y es destinada a San Fernando, a la Comunidad de Bazán, donde permanece dos años y luego pasa a la Comunidad de la calle Real, donde realizó su misión hasta 2010. Retoma la pastoral social en red con la Delegación de Migraciones de la Diócesis de Cádiz, trabajando hasta la víspera de su fallecimiento.

Para describir los últimos nueve años de su vida, nada mejor que remitirnos a sus propias palabras pronunciadas en una mesa redonda en la casa diocesana de emigrantes. TIERRA DE TODOS,  con ocasión del día de la mujer trabajadora del año pasado. Dice así: «Hace nueve años que colaboro con vosotros/as  en esta Delegación de Migraciones. Mi presencia aqui es desde mi pertenencia a la Compañía de María, de la que me siento muy orgullosa, después de vivir en este espíritu, dedicada a la promoción de la mujer, Educar a las madres para que, a través de ellas, educar a familias enteras, como nos dijo nuestra Fundadora. Me he sentido llamada a «tender la mano» a la realidad del momento actual que vivimos a través de la historia.

Continúa, ¿cuál es ese papel para mí, hoy? ¿Cómo me siento?

Me siento muy contenta en mi colaboración con esta gran obra que trabaja en red, que abarca tantos campos y aspectos dentro de la formación, especialmente APOYANDO A LA MUJER. Aunque mi colaboración es pequeña, es como una célula dentro del conjunto, y siento también mi pertenencia a este engranaje, pero sobre todo me siento FELIZ porque tengo la oportunidad  de estar con vosotras, LA MUJERES, y enriquecerme con tantas cosas buenas como aportáis a mi vida: desde la entrega a los demás, desde vuestra fe y desde vuestro amor.

Vamos a terminar esta sencilla reseña con sus mismas palabras  «Alabo a Dios  y le doy gracias por el don de ser MUJER y compartirlo con vosotras. Experimento que donde está una mujer, hay un DON y una GRACIA de Dios».

Esta era Mari Cruz.